OSJeRA y la salud en el bicentenario

La revolución industrial tuvo, como una de sus consecuencias, la conformación de grandes núcleos urbanos a partir de la concentración de la población en torno de la industria en desmedro de las poblaciones rurales, lo que fue paulatinamente, generando la necesidad de atender la salud de esas numerosas poblaciones.

A partir de esta demanda de las clases trabajadoras, comenzaron a surgir los hospitales públicos en las ciudades más pobladas del país.

No obstante, se puede afirmar que, un siglo atrás, la salud no era un asunto de interés del Estado.

Por aquella época comenzaba a organizarse el sindicalismo en la Argentina, con toda su historia de dolor y frustraciones, de persecuciones y víctimas de las más atroces actitudes totalitarias por parte de la clase dominante.

De estos sectores de reciente y todavía precaria organización surge, naturalmente, la necesidad de dotar a los trabajadores de un sistema de salud que garantizara la igualdad de oportunidades para todos, anhelo que, como tantos otros, habría de transitar un medio hostil durante décadas.

Hasta entrada la década del 40, no existía en nuestro país ningún desarrollo nacional de la seguridad social. Recién a partir de 1945 la clase trabajadora comienza a encontrar respuestas a sus legítimos y antiguos reclamos; con el apoyo del Estado, los sindicatos comienzan a trabajar, no solo de defender los derechos laborales de sus representados, sino también a ocuparse activamente de la seguridad y la salud social.

Sin dudas, la figura mas representativa de esta etapa fue la del Dr. Ramón Carrillo, el primer Ministro de Salud Pública de la Argentina, cargo que ejerció durante diez años. Carrillo es reconocido como el más importante sanitarista argentino y su obra alcanzó relevancia internacional.

Las actividades vinculadas con la salud por entonces, mas allá de la impresionante participación estatal en la conformación de un sistema público y gratuito de atención de la salud, las prestaban directamente las organizaciones gremiales, en lo que se reconoce como el antecedente de lo que hoy son las obras sociales.

La Ley 18.610 de 1970 (hoy 22269), brindó el primer marco regulatorio del sistema de obras sociales, con ella comienzan a distinguirse las actividades netamente sindicales de las de salud o seguridad social.

Luego del sombrío período de la dictadura, el siguiente hito es de 1987 con la sanción de las Leyes 23660 y 23661 que crean el Sistema Nacional de Seguro de Salud que define a las obras sociales como agentes de este sistema.

La cobertura integral provista por las obras sociales tiene la particularidad de cumplir con principios fundamentales, tales como la universalidad de la cobertura o la inmediatez

e integridad de las prestaciones. Asimismo el sistema basa su funcionamiento en LA SOLIDARIDAD y en la IGUALDAD como valores trascendentes y universales.

Los trabajadores solidarizan sus aportes individuales y patronales financiando el sistema y las obras sociales cubrimos las necesidades de salud de todo el grupo familiar en idénticas condiciones para todos.

Nuestra obra social, OSJeRA, ha transitado, desde su creación en 1996, por diferentes escenarios. Concebida inicialmente para prestar servicios a los afiliados de la APJAE, fusionada en 1997 con los Jerárquicos de la Industria Gráfica y retomado el control exclusivamente por la APJAE en 2001, también ha ensayado diferentes alternativa desde lo prestacional en la búsqueda de mejorar sus servicios.

Atravesamos también una profunda crisis económico-financiera que reconoce su origen en el comienzo del año 2006 y que nos llevara, en junio de 2008, a realizar una convocatoria de acreedores de manera de garantizar la continuidad de la organización y de proteger los derechos de todos los beneficiarios.

En esa fecha se da un giro fundamental al rumbo, emprendiendo una gestión íntegramente administrada por la OSJeRA en todo el país, y rápidamente comienzan a verse los resultados: prestaciones eficientes y oportunas a costos razonables, fidelización del padrón de afiliados, consolidación y crecimiento de la red de prestadores.

El festejo del Bicentenario de nuestra Patria, habiéndose homologado el acuerdo concursal, nos encuentra preparados para el crecimiento y abocados a prevenir y atender las necesidades de nuestros 20.000 afiliados.

Quienes tenemos la enorme responsabilidad de conducir la OSJeRA estamos íntimamente consustanciados con aquel espíritu filosófico que sostiene el Sistema Nacional de Seguro de Salud y empeñados en dar testimonio permanente de ello con nuestros actos.

Sin dudas que hoy los dirigentes sindicales que trabajamos en el área de la salud no tenemos las dificultades que tuvieron nuestros precursores en el sindicalismo argentino, pero tenemos nuevos desafíos hacia el futuro, fundamentalmente la creación de una estrategia progresiva y sustentable para garantizar a todos los beneficiarios del sistema, una vida saludable, extendiendo el concepto de SALUD mas allá del medicamento o la práctica médica propiamente dicha, incluyendo el descanso, la recreación, el desarrollo personal, familiar y social.

En eso estamos trabajando.